Desde que el cine comenzó a
hacerse popular, los directores han buscado historias reales que se puedan
transformar fácilmente al celuloide y que además aporten importantes ganancias.
Uno de los nichos explorados por quienes
se dedican a rodar películas de terror
es el de los asesinos seriales. Como ejemplo podemos mencionar la vida de Ted Bundy quien, según algunos, sirvió
como inspiración para el villano de la cinta 'The Silence of the Lambs' dirigida por Jonathan Demme en el año
1991 y que fue protagonizada por Jodie Foster y Anthony Hopkins.
La infancia de este chico, no fue
una cosa sencilla. Para empezar porque desde que nació fue repudiado por gran
parte de su familia, pues no fue hijo de matrimonio. Sin embargo, vivió algunos
años en casa de sus abuelos, junto con su madre, a la cual veía como su hermana
mayor.
Al comenzar la década de los 50,
se mudaron de Vermont a Washington, en donde su madre contrajo nupcias con John
Culpepper Bundy, un guisandero que había estado dentro de las filas del
ejército norteamericano (ejerciendo de cocinero).
Por increíble que parezca, la
vida estudiantil de Ted hasta llegar a la escuela preparatoria, se mantuvo
tranquila. De hecho, se podría decir que era un estudiante regular. No
obstante, al llegar a la universidad se topó con algo que lo incómodo bastante.
Algunos de sus compañeros eran ricos, lo que significaba que podían llevar un
estilo de vida distinto al suyo.
En 1967, es decir, cuando Ted Bundy apenas tenía 19 años, conoció
al amor de su vida. Una chica de buena posición, bonita y lista. El muchacho
trató de impresionarla al querer obtener una beca en una prestigiosa
institución educativa. Sin embargo, menos de un año después de iniciar la
relación, ella se dio cuenta de que él no era el tipo de hombre que le
convenía. Esta separación sentaría las bases para estar uno de los asesinos
seriales que más terror han sembrado
en el siglo XX.
Esta situación hizo que Bundy
abandonara la escuela (aunque lo hizo únicamente por un tiempo, ya que después
consiguió graduarse como psicólogo).
Los años pasaron y poco a poco él
se fue ganando una reputación en el mundo de la política, pues trabajó en el
equipo de Davis, quien en 1973 era el jefe del partido republicano en
Washington, curiosamente en el entorno del partido republicano también nos encontramos
con dos asesinos tan o más famosos que Bundy: John Wayne Gacy (El Payaso
Asesino), y el reverendo Jim Jones (responsable del suicidio colectivo ocurrido
en Jonestown, Guyana).
La suerte de Ted Bundy con las mujeres había cambiado. Lo que despertó la
curiosidad de la policía es que un año después, varias chicas de distintos
institutos desaparecieron sin dejar huella.
Algunos testigos dijeron que
vieron a sus compañeras hablando con un hombre que respondía al nombre de
“Ted”. La policía del Estado montó un operativo para identificar al atacante.
Más no encontró a nadie, debido a que Bundy había emprendido la huida hacia
Utah.
En ese lugar atacó a una joven de
apellido DaRonch, quien no sólo proporcionó los rasgos físicos del agresor,
sino que hasta les dijo el tipo de carro que el conducía, así como otras cosas
relevantes.
Más o menos dentro del mismo
periodo de tiempo, algunos senderistas descubrieron lo que parecía ser un
terreno lleno de osamentas humanas. La policía llevó a cabo las pruebas
forenses que en esa época se realizaban y determinó claramente que algunos de
los restos pertenecían a varias mujeres desaparecidas.
Asimismo, ambos cuerpos
policiales (Utah y Washington) trabajaron en conjunto para crear un identikit
del sospechoso, del cual sólo se conocía su tipo sanguíneo. Luego de las
pesquisas, se determinó que aquel individuo se acercaba a mujeres jóvenes
pidiendo auxilio. Por ejemplo, tenía una escayola en un brazo o llevaba una
muleta.
Las similitudes entre los
cadáveres, no tardaron en aparecer. Todas eran mujeres solteras, caucásicas y
tenían el pelo largo. Además, las horas en que desaparecieron se correspondían
entre sí.Eso llevó a pensar a los investigadores que se enfrentaban con un
asesino serial más violento y escurridizo que cualquiera de los que aparece en
las leyendas de terror.
El asunto pareció calmarse unos
cuantos meses. No obstante en el invierno de 1975, las autoridades descubrieron
el cadáver de Caryn Campbell, madre de dos hijos quien en compañía de su
prometido había decidido esquiar unos días en Colorado. Las marcas en el cuerpo
y sobre todo los golpes en el cráneo, apuntaban a que era obra del mismo
asesino serial.
Durante el otoño de ese año, se
podría decir que la policía tuvo un “golpe de suerte” al detener a Bundy por
cometer una infracción automovilística. Lo que les llamó la atención a los
patrulleros fue que aquel hombre intentó escapar conduciendo con las luces
apagadas.
Finalmente, cuando lograron
atraparlo, registraron el vehículo y vieron que en su interior había cosas
extrañas: una barreta, ropa interior femenina, un picahielo etc. Para sustentar el caso, la
policía de Colorado llamó a DaRonch como testigo. Con ello se determinó que Ted Bundy era culpable de intento de
secuestro y por tanto fue condenado a purgar una pena de 15 años.
Mientras continuaba ese proceso,
otro juicio se inició en su contra. Esta vez era el caso de asesinato de Caryn
Campbell. Las autoridades le concedieron a Bundy el derecho de ejercer su
propia defensa, motivo por el cual podía estar sin esposas en la corte e
inclusive dentro de la biblioteca.
Fue justamente en ese lugar donde
ocurrió su primer escape de prisión. Sencillamente saltó por la ventana y salió
corriendo, aunque fue recapturado siete días más tarde.
Posteriormente en diciembre de
1977, consiguió escapar nuevamente. Esta vez se estableció en el estado de
Florida, cerca de una universidad.
En febrero de 1978, mató a otra
de sus víctimas. Pronto la policía del condado de Escambia, Florida dio con él
y lo puso en custodia, gracias a la oportuna intervención de algunos testigos.
El nuevo juicio contra Ted Bundy fue televisado durante el
verano de 1979. Dentro de este litigio se le encontró culpable de dos cargos de
asesinato, motivo por el cual el juez decretó la pena de muerte por silla
eléctrica.
Después de una serie inagotable
de apelaciones y otros recursos legales, se determinó la fecha de la ejecución.
El 24 de enero de 1989, el hombre que sembró el terror en los campus universitarios, finalmente había dejado de
existir.
Hay quienes aseguran que Ted Bundy tuvo que ver con la muerte
y/o desaparecieron de al menos otras cien mujeres.
Notas
Como complemento a este artículo
incluyo algunas de las películas basadas en la vida de este serial killer,
obviando, por razones de espacio, aquellas que simplemente se hayan inspirado
en su figura o sean formato documental.
Ted
Bundy (2002), 99', Color
Director:
Matthew Bright
Guión:
Stephen Johnston, Matthew Bright
Reparto:
Michael Reilly Burke (Ted Bundy), Boti Bliss, Julianna McCarthy, Jennifer
Tisdale, Michael Santos, Annalee Autumn, Steffani Brass, Tricia Dickson, Meadow
Sisto.
Un
extraño a mi lado / The stranger beside me (2003), 120', Color
Director: Paul
Shapiro
Guión: MAtthew McDuffie, Matthew
Tabak, Ann Rule (novela)
Reparto: Billy Campbell (Ted Bundy),
Barbara Hershey, Kevin Dunn, Suki Kaiser, Branda James, Jay Brazeau, Benjamin
Ratner, Matthew Bennett, Meghan Black.
Bundy: An American Icon
(2008), Color
Director: Michael Feifer
Guión: Michael Feifer
Reparto: Corin Nemec (Ted Bundy),
Kane Holder, Jen Nikolaisen, Shannon Pierce Wilkins, David DeLuise, Sam
Kindseth, Timothy Oman, Deborah Collins, Caia Coley.